PROGRAMACION DE LOS CORTES DE LUZ EN VERANO:
["Minas" parte 5]
¿ Cómo se soluciona el déficit energético mientras no podamos predecir en dónde va a caer un rayo para poder aprovecharnos de su poder gratis ?: El primer año, rezando, y sobre todo programando los cortes equitativamente. Lo peor que se puede hacer es lo que hicieron los detestables kirchneristas mintiéndoles hasta a sus madres, negando el problema para
ocultarlo, y que se joda cualquiera al voleo, sin defensa, y sin planificación previa para controlar
los daños.
El segundo año creando un ministerio de energía por provincia, que deberán tener un estatus especial dentro del Estado porque en éstos tercerizará el Estado el gerenciamiento de las empresas públicas del sector [ya que no las puede regalar]. Estos ministerios funcionarán como cooperativas democratizándolas permitiendo que se elijan a sus autoridades por concurso. Las cooperativas de energía repartirán utilidades entre sus socios [el Estado, con o sin empresas privadas según se decida en cada provincia] y sus empleados/gerenciadores. Todas las empresas públicas del sector energía eléctrica, gas, y petróleo, desaparecerán y sus patrimonios serán tranferidos a las cooperativas de cada provincia y sólo después de hacer eso, no habrán excusas posibles para el ingreso de competidores privados en donde sea, porque no olvidemos que las áreas involucradas son dos: generación [al límite] y transporte y distribución [obsoletos].
Así por ejemplo, la Ciudad de Buenos Aires que no produce ni refina combustibles, se los podrá comprar a Salta, a Mendoza, o podrá importarlos, pero, la distribución, o sea: las estaciones de servicio, serán al principio un monopolio de la cooperativa local de energía [y lo mismo servirá para el gas y la electricidad]. Y ese principio monopólico debe dar paso rápidamente a la competencia privada.
Sabiendo cuál va a ser el consumo estimado para el verano porteño, la Ciudad abre una licitación para reunir a los proveedores necesarios de donde sean, lógicamente a precios de mercado. Sin embargo, la ciudad no sabe cuál es el consumo en cada parte de su red eléctrica, y no saberlo es lo que va a causar apagones. La solución es pedir la colaboración de la ciudadanía para que enciendan todos sus acondicionadores de aire con su potencia habitual, a la hora y dentro del sector de calles informados por la empresa distribuidora durante media hora [por ejemplo, durante un fin de semana con toda la gente en sus hogares, se puede testear el consumo de toda la ciudad y después informar cuál es la potencia que soporta cada zona, informar en qué temperatura deben operar los acondicionadores, y ya comenzar a "apuntalar" a los sectores más vulnerables].
A estas cooperativas los gobiernos provinciales y municipales [además de ser socios por ser los propietarios del subsuelo] mientras persistan como monopolios les cobrarán un impuesto a las ganancias progresivo [para neutralizar aumentos de precios injustificados], y se encargarán de hacer las auditorías, los balances anuales de gestión, y de remover autoridades por sus malos desempeņos.
La idea es no explotar a sus empleados, ni utilizar las empresas para que hagan
negocios los políticos, sino la de desparasitarlas de empleados clientelares, sin transferirle las deudas de esas
empresas al Estado, y simplemente que se encarguen del abastecimiento adecuado de lo que producen.
Y si algo no se consigue ni al precio, ni con la calidad necesaria, habrá que importarlo sin dramatizar,
y con total transparencia. Esto hasta podría encuadrarse bien con la pelotudez ya fracasada en la
década de 1960 de un "Desarrollismo", que el Presidente Macri intenta resucitar, y que muy
probablemente responda a recuerdos felices de su infancia con un padre exitoso fundando empresas gracias al proteccionismo desarrollista... ¿ alguien sabe de algún invento o patente de las empresas del grupo Macri, o solamente sirvieron para ensamblar piezas importadas y cobrarnos todo más caro que importando el producto completamentre armado afuera ? Que Franco no haya apostado por Mauricio fue lo mejor que pudo hacer y, por suerte Mauricio no es Franco, lo que nos llena de esperanzas.
En un nivel por encima del punto precedente, conceptualmente debemos redefinir algunas cosas, como por ejemplo al conservadorismo: la empresa que nace privada, se conserva privada, y lógicamente la empresa que nació pública y la pagamos todos, se conserva pública [no puede ser que un gobierno temporal, con una firma y un par de zánganos levantamanos en el Congreso, privatice lo que fue nuestro, de todos, por décadas y que de ninguna manera puede ser considerado como propiedad del partido que accedió al poder, lo que ya es una típica aberración mental peronista]. El problema eterno que subyace con cada empresa pública, es la falta de competencia que frena el potencial de desarrollo de las mismas, más el problema gerencial de quienes gestionan temporalmente lo que no es suyo y por ello son susceptibles de ser corrompidos en contra de los intereses de la empresa, por lo que la idea de dividirlas entre las provincias, más la de permitirles importar a las provincias que no son productoras, fuerza a la competencia que reducirá los costos aumentando las prestaciones, al mismo tiempo que nos facilita la comparación interna de la calidad de gestión.
El liberalismo glorifica a la competencia entre los empresarios, pero, el sector
petrolero es pionero en la práctica de estrategias monopólicas y de cartelización con el
objeto de evitar cualquier tipo de competencia, por lo que la presencia de monopolios de empresas del Estado en donde reinan monopolios privados más poderosos que nuestras petroleras y hasta más poderosos que nuestro Estado, primero está justificado, y segundo al subdividir a la empresa por provincias que compiten queda razonablemente controlado.
Esto podría definirse como una "curva" de liberalismo, pues no hay mucha
capacidad de maniobra saliendo de un estatismo como el "K". Pues aunque siempre el estatismo sea
pernicioso, hay que admitir que en Argentina fue más perniciosa la corrupción que el estatismo,
y todavía más perniciosa fue la delirante creatividad del superministro Kicillof para hacer
cualquier animalada sin que nadie del poder se lo cuestione [y es esto es lo que le da esperanzas a la idea
"PRO" de no achicar al Estado y sus empresas, gestionando mejor que los vociferantes "K"
que tanto hablaban mientras no hacían nada bien]. Entonces por estas dos cuestiones de no poder liberar
y de creer que pueden domar al monstruo, es que el gobierno siguiente no va a ser un 100% liberal, pues hay
que resignarse a que ciertas cosas del Estado son lógicamente preferibles tenerlas, incluso funcionado
mal, a no tenerlas [por ejemplo: no tener corriente eléctrica en verano, ni gas en invierno].
Ya va a llegar el momento para ir progresando con más libertad, más
competencia, más iniciativa privada, menos impuestos, menos empleados públicos, menos
mentalidad populista, menos empresarios parásitos del Estado, y con cero adoctrinamiento
"progre" como el que hace nuestro sistema educativo estatal, casi sin que nadie se lo
cuestione, porque será una mierda... pero es gratuito ¿ vió ?
Ya va a llegar el momento en que los jefes de gabinete no tengan que decir "vamos a ser inflexibles con los especuladores" [como en Venezuela], pero no porque no haya más especulación, sino porque los jefes de gabinete dejen de opinar sobre lo que no saben: Ningún ministro, ni todo el gabinete junto, me pueden impedir a mí especular con lo que se me antoje, porque, según dice la Constitución, las acciones privadas que no perjudiquen a terceros están excentas de la autoridad de los magistrados.