Que quede bien claro: toda paritaria fue y será una farsa [con cualquier gobierno] en la que el trabajador va a perder dinero, mientras no se obligue a bajar la inflación.
Se están por comenzar a discutir las primeras paritarias de la era Macri, pero no por la inflación suya sino por el clavo de la inflación del último año de Cristina Fernández de Kirchner y Kicillof que se fueron sin pagar. Por lo tanto considero un grave error el planteo propuesto por los funcionarios macristas de cargar sobre sus hombros a la mochila kirchnerista y negociar paritarias sobre sus números de inflación con una proyección terrorífica atendiendo a lo sucedido en diciembre, enero, y febrero. Como es improbable que este "Rodrigazo-PRO" persista más allá de marzo o el inicio de abril, el gobierno en segunda instancia sí hizo un planteo inteligente al proponer tener una paritaria piadosa al comienzo de año, y una segunda paritaria una vez calmado el temblor, posiblemente después de las vacaciones de invierno, con la inflación controlada, pero nunca en "cero" sino en los niveles "K" a los que ya estamos acostumbrados. Ahora bien, si tras este primer espanto las cuentas no se corrigen y no se dejan atrás las políticas keynesianas y se sigue emitiendo dinero para no achicar el déficit, vamos a tener que acostumbrarnos a tener varios Rodrigazos-PRO periódicos, porque es imposible vivir mes a mes con una inflación del 1% o 2% al estilo "K" sin que el atraso cambiario explote.

Si bien todos alaban el evidente cambio de estilo al pasar de una mandataria de clase baja que se creyó toda una reina, a alguien de clase alta pero de espíritu democrático, yo no le veo sentido al cambio de estilo en lo referente a engañar pasando del engaño "K" resumible como "la culpa siempre es de otro", al engaño macrista que no nos dice la verdad sobre la situación heredada, e incluso en el tema puntual de la inflación se pone a negociar las paritarias no como el que va a solucionar el problema, sino como el responsable de causarlo a causa de su primer trimestre "a ciegas" superado más con endeudamiento que con la eliminación de los subsidios "K" que estos descerebrados creyeron "mágicos" para solucionales todos los problemas, algo resumible como tapar el problema de gastar más de lo que ingresa... ¡ gastando más !

Mi solución para el PRO/Cambiemos, que no le va a doler a Macri y que les va a causar un gran alivio a sus socios radicales, es que salga por decreto un aumento salarial del 8% para compensar sus primeros meses de gestión 2016 y que automáticamente aumente los salarios al final de cada mes según lo informe un Indec que impostergablemente hay que sanear tras meter presos a los que lo destruyeron [o en ausencia del Indec, recurrir al índice del Congreso]. El problema de esto es que Macri no logre bajar rápido los gastos del Estado, porque incluso aunque sean los gastos de un despilfarro bochornoso, esto va a llevar mucho tiempo, y si mientras tanto sigue emitiendo para tapar el déficit heredado, se le puede dar por hecho caer en una espiral "precios-salarios" [y el "cambio" peso/dólar, es simplemente otro precio más afectado por la inflación].

Insisto: Les debe quedar en claro a los trabajadores que los sindicalistas peronistas en el 2016 van a negociar la actualización del deterioro salarial del 2015 planeado y ejecutado por el peronista-marxista Kicillof y por la peronista-empresaria y CEO hotelera viuda de Kirchner, con 11 meses "K" y uno "PRO".

De esta forma ya no habrían paritarias en el 2017 [el sueño PRO es terminar con las paritarias o desdibujarlas: sin paritarias, no hay sindicalismo peronista], y van a conseguir cerralas cerca del 25% como quiere Prat Gay [porque ya no podrán sumarles la de los últimos meses que han sido un doloroso "viva la pepa" de remarcaciones, en lo posible remarcando que son las paritarias de lo que se atrasó -y le robó a los trabajadores- el gobierno kirchnerista. ¿ Por qué ?: Porque hacer que otro pague tus "platos rotos", ya sea compulsivamente obligando a pagar impuestos desorbitantes para tapar un déficit creciente o, con un método más cobarde y menos frontal, consistente en emitir moneda y generar inflación como Keynes les enseñó a los políticos y a economistas inflados como Kicillof y también Prat Gay.

Como siempre va a persistir en los trabajadores la cuestión psicológica que tapa al salario real con el salario nominal, y como no se le puede decir a estos psicopateados que el éxito de un plan como el que yo propongo los dejaría a futuro sin paritarias ni aumentos de sueldo mientras Macri esté en el gobierno, en el 2017 las paritarias bien podrían ser sobre los números del aumento del PBI. Esto es una barrabasada desde el punto de vista liberal clásico, con el que me identifico, pero, más triste va a ser perder una elección por haber hecho las cosas bien. Las "Paritarias/PBI" deben ser un principio, un estilo, o un logo de la gestión PRO, reemplazando al principio, estilo, o logo populista que fue la supuesta "inclusión", y no sería tan barrabaseante si a los sindicatos se les reconociese el derecho de renunciar libremente a las Paritarias/PBI si llegasen a un ventajoso acuerdo sectorial de participación en las ganancias de las empresas [lo que no es ilegal porque hace un siglo que está absolutamente de adorno en nuestra Constitución]. Como sea, no puede haber al mismo tiempo déficit, inflación, y aumento del salario real [o mejor dicho: poder adquisitivo].

Después de teorizar y especular, ahora tomemos una calculadora partiendo de suponer que usted trabaja en blanco y que en diciembre ganó $ 10.000 "de bolsillo", segundo, que la inflación es del 1,5% mensual, y finalmente supongamos que hace exactamente el mismo trabajo que el año inmediato anterior, por lo que sus ingresos permanecerán inmutables, salvo porque usted se merece que su empleador y su sindicato los enmienden lo necesario para inmunizarlos contra la inmoral inflación que con una caradurez inmunda generan otros [los gobernantes], y que lo hagan inmediatamente en enero sin esperar hasta abril para cerrar las paritarias.

Para hacer esto habría que multiplicar sus ingresos por 1,015 doce veces seguidas [si la inflación fuera todos los meses calcados del 2,2% entonces habría que multiplicar doce veces por 1,022 ¿ O.K. ?], y los resultados de lo que matemáticamente deberían haber aumentado los salarios de correr en paralelo con una inflación del 1,5% mensual crónica, serían estos: [enero $ 10.150 / febrero $ 10.302,25 / marzo $ 10.456,783 / abril $ 10.613,634 / mayo $ 10.772,838 / junio $ 10.934,43 / julio $ 11.098,446 / agosto $ 11.264,922 / septiembre $ 11.433,895 / octubre $ 11.605,403 / noviembre $ 11.779,484 y, finalmente diciembre $ 11.956,176].

Como el resultado final es $ 11.956,176 cualquiera se puede confundir y creer que se han perdido ganar $ 1.956 o sea un 20% cuando en realidad sumando cada pequeñísima pérdida mensual, se perdió la friolera de un sueldo con yapa, o sea un 120%, entonces cualquier discusión paritaria debería arrancar por reponer en enero los ¡ $ 12.218,261 perdidos ! o más correctamente dicho: "robados" por el gobierno de Duhalde [el que liquidó la convertibilidad] y sus sucesores, porque mientras que el Congreso no autorice un impuesto equivalente a un salario anual por trabajador, dejando que el gobierno recaude igual esa cifra vía una emisión monetaria a la que no fue tácitamente autorizado por el voto popular del 54%, ese sueldo perdido tiene que volver a nuestros bolsillos.

Si cobro un sueldo y en la calle un ladrón me lo quita entero, yo le voy a agradecer sinceramente que no me haya quitado la vida, pero, cuando el que me lo quita es mi jefe... y encima no para su exclusivo beneficio, sino para ocultar la inflación del gobierno de turno [desde que se fundó el Banco Central], entonces tengo que tomarlo de las solapas y sacudirlo para que se despabile [esto es una metáfora].

Ni usted ni yo deberíamos ser enemigos de nuestros jefes, por el contrario, debemos colaborar, ser más eficientes, más productivos, y mejor remunerados... juntos.

Mientras existan las paritarias eso no es posible porque es una situación forzosa para ponernos a unos en frente de los otros.

Y el resultado final será un engaño: los sindicalistas peronistas presumirán de haber "conquistado" un aumento de sueldos que, por órden que bajaba desde el gobierno de CFK y que nos generaba una inflación del 30%, no nos podrían ajustar los sueldos sino sin superar el 25%, quitándonos un 5% además del sueldo con yapa que ya expliqué que los sindicalistas se "olvidaban" de reclamar que nos devuelvan.

Y somos tan estúpidos que con esta trampa [que fue inventada en 1936 por Keynes], aún no sabemos distinguir entre aumento del salario nominal y aumento del salario real que, en realidad no aumenta, sino que por el contrario cae obviamente un 5%... ¡ en los años buenos !

Diez palabras: "el salario real es el salario nominal menos la inflación".

Ninguna paritaria negocia sobre el salario real, porque si no hay un reconocimiento expreso sobre cuál es la inflación, entonces tácitamente se la niega y, si sacamos la inflación, nos quedan ocho palabras "el salario real es igual al salario nominal", y los sindicalistas se encargan de consumar el engaño del gobierno.

¿ Hay una solución ?: Hay tres, una de corto plazo, una de mediano plazo, y una definitiva, a saber:

• [A] Los negociantes aceptan la inflación que estiman los sindicalistas y aumentan el salario en enero sin discutir, eso recompone el salario e implica que los trabajadores voluntariamente donaron un acumulado equivalente a un sueldo por año, para que haya menos desocupación [porque, con niveles bajos de inflación está demostrado que baja el desempleo y, ningún sindicalista puede anteponer nada frente a una disminución del mismo]. Esto es duro, pero, es razonable y sincero.

• [B] Si la inflación mensual no es del 1,5% sino apenas medio punto más [más cerca de la realidad], los números se vuelven un poco dramáticos, y entonces habría que hacer lo mismo del punto "A" pero cada cuatro meses [el gobierno PRO-Cambiemos propuso hacerlo cada seis meses]. Así igual se "dona" un sueldo por año, pero ya no ¡ casi un sueldo con setenta [1,68] apenas por medio punto más de inflación !
  Y remarco, por si son lentos y todavía no les "bajó la ficha", que por causa de la inflación ya se está donando un sueldo por año y, lo que cambiaría de adoptar esta fórmula, es que así quedaría expuesto ante la opinión pública que el sacrificio lo hacemos los trabajadores [ni los empleadores, ni mucho menos los gobernantes]. O sea: el gobierno se decidió por una política antigua lo suficientemente ya probada como para ignorar que genera inflación, y pese a ello, los trabajadores [clase media incluída] acompañan con su sacrificio.
  Es importante a futuro que, si ya nos robaron un sueldo por año desde que se abandonó la convertibilidad, que además no nos roben el mérito de haber tenido la solidaridad y la paciencia demostradas, y encima de todo, con los cínicos nuevos ricos "K" señalándonos con su dedo como si fuésemos los culpables de lo que le pasa a la economía del país [blanquean tantas porquerías mezquinas... pues que también quede blanqueada nuestra generosidad para con un gobierno que no votamos].

• [C] "Desatar" una crisis: Una de mis ideas favoritas es la del sacrificio [como en el ajedrez] que le genera problemas insolubles al adversario. Por ejemplo si los sindicalistas, en un ataque de decencia, renuncian a todo reclamo sobre los salarios pasados carcomidos que nunca le reclamaron a CFK, y también renuncian a seguir haciendo paritarias, huelgas, protestas, etc., el gobierno no va a poder decir que "no" y se va a comer la entrega de "la dama" de los sindicalistas. Pues bien, los sindicalistas deben hacer esto apenas solicitando a cambio el que a partir de ahora, primero, los salarios se ajustan cada mes [ni por el Indec "K", ni por el índice de congresistas "anti-K", ni por el de una consultora neoliberal, sino sin perder tiempo directamente calcando el mismo índice con el que el gobierno aumenta la masa monetaria y, segundo, que se pase a cobrar por quincena, porque para el que paga es el mismo dinero, pero para el que cobra, obtener el dinero antes le permite gastarlo antes y adelantarse a los aumentos de precios.

La solución del punto "C" [de ser imitada por todos los sindicatos] obliga al gobierno al que democráticamente le debemos soportar que hasta ahora haya estado imitando al anterior gobierno kirchnerista, a elegir entre dos opciones: la primera es no cambiar, o cambiar de forma pasmosamente gradual teniendo que soportar miles de paros, y la segunda es cambiar de política monetaria porque le habrán neutralizado las ventajas de las fraudulentas políticas keynesianas de emitir dinero sin respaldo en un país en donde parece que nadie sabe la diferencia entre salario real y nominal, ni mucho menos se tiene conciencia de que el único culpable es el gobierno en ejercicio ya a partir del segundo mes. La viuda nos acostumbró mal al quejarse doce años del gobierno anterior, pues bien: a desacostumbrarse y reclamar lo justo al que ahora nos baja el salario real y por ello se cree un genio keynesiano de la gestión de gobierno. Si "ella" le aumentaba a los jubilados, "ella" regalaba subsidios, "ella" enfrentaba y vencía a los formadores de precios, para así cosechar admiradores fanáticos "a dos manos"... pues que Macri deje de hacer esta típica política populista peronista, bien puede ser algo desencadenado por los mismos peronistas, para que Macri [como dicen en las películas] no les haga tomar una cucharada de su propia medicina.

Síntesis: Si se obtiene un incremento salarial mensual igual a la inflación, no hay un aumento del salario sino una actualización. Si se obtiene que los aumentos no sean doce, sino tres, habrá un pequeño aumento del salario real durante los primeros meses de cada cuatrimestre, con obvias pérdidas sobre los finales de los mismos, pero cuidado, porque si la inflación supera el 2,5% mensual, entonces, esas pequeñas pérdidas hacia el final del año, otra vez nos habrán hecho perder casi un sueldo [el 70%]... a cambio de nada porque aunque "en cámara lenta" [debido a que el gobierno frena el avance de los salarios con respecto a cómo corre la inflación], resulta que el mecanismo conocido como "espiral precios-salarios" ya se ha activado al abandonar la convertibilidad y no se desactivará nunca, como dijese Einstein "esperar obtener distintos resultados haciendo siempre lo mismo, es una señal de enfermedad mental".

Desactivar esto no depende de una supuesta buena relación entre un presidente de derecha y los mercados de derecha. Si yo fuese el sindicalista negociador, como "hay lo que hay" y el Estado no hace magia, ni tiene forma de generar riqueza que luego distribuir, me resigno a aceptar todo el dinero perdido, y ya no reclamo aumentos sino una reforma del Estado con una brutal disminución de los gastos de los poderes ejecutivo y legislativo, y una vez terminado el déficit y la necesidad de emitir, reclamo la participación en las ganancias para los trabajadores privados, y los aumentos según el PBI para los empleados públicos y jubilados.

Esto lleva a cerrar la maldita eterna discusión sobre si el Estado debe ser grande o chico, y sobre qué tan presente lo necesitamos cuando sabemos que lo que hace generalmente lo hace mal y sobrefacturado. Esta cuestión es una maldición porque tanto los políticos como los sindicalistas quieren un Estado grande, y les comunican a sus votantes y afiliados que lo que van a hacer para solucionarles sus problemas es tener un Estado cada vez más gigante y poderoso, pero... jamás nos dicen cuánto nos va a costar, o sea: a usted no le alcanza el dinero, y el Estado en vez de darle dinero, cada vez le va a quitar más. Y bueno, ni usted ni nadie dejaría que le hagan esto, pero entonces llegaron los keynesianos para hacer realidad lo imposible, y gracias a estos cráneos a usted le van a dar más dinero, pero va a ser un dinero moribundo envenenado con inflación, y no hay una puta forma de ganarle a la inflación con aumentos de sueldos ganados en discusiones paritarias, no los hubo nunca... y ya es hora de que se de cuenta de que le mintieron con estadísticas de Disneylandia.

Esto implica que las empresas y comercios casi no le tienen que aumentar los salarios a sus empleados y, por lo tanto, será menor el inevitable translado a precios que van a hacer retroalimentando la inflación, bajándola del ritmo al que venía creciendo.

Segundo, la suma del ejemplo utilizado de $ 12.218,261 anuales no se la debe el empleador a cada empleado, sino el Estado a cada trabajador y a cada jubilado, y si se alcanza la estabilidad para el peso y el PBI cree por encima del 5%, el gobierno puede sin problemas devolverlos en cuotas en los aguinaldos, tantos como sea la cantidad de años que se hayan demorado en estabilizar la economía. Y si quiere pagar antes, podía hacerlo pero con un bono en dólares.

Bueno, por todo esto propongo convocar a un plebiscito/pacto social entre los votantes y el gobierno que si no cumple lo que firmó, renuncia y convoca a elecciones anticipadas, sin que su presidente ni vice puedan presentarse como candidatos, si la inflación interanual desde el mes del plebiscito hasta el mismo mes del año siguiente, supera el 3% anual [¡ y no mensual !].

Las ventajas para los trabajadores son dos: Por primera vez se les devuelve lo que les quitaron con el "impuesto inflacionario", y además lo que obtengan esta vez no va a ser devorado por la inflación en un par de meses. Y la ventaja el gobierno es que paga lo que debe después y no en medio del terremoto

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