LA ECONOMIA ES UN KILOMBO "5":
KEYNES, INFLACION Y DESOCUPACION.
  1. Los gobiernos no sólo son uno de los principales consumidores del mercado, también son el principal empleador. Esto los convierte en el principal agente económico dentro de muchas economías, reactivando la economía con sólo incrementar sus gastos, pero, los Estados también influyen en la economía desde "afuera".

  2. Los consumidores, como es predecible consumen, pero, también hacen todo lo posible por ahorrar algo, y eso a los gobiernos "keynesianos" les molesta como una patada en los testículos, porque si algunos ahorran, uno o varios empresarios no están ganando dinero, y varias personas más no está recibiendo un sueldo, y lo malo de esto es que los desocupados suelen votar a los partidos opositores al gobierno.

  3. Keynes les enseñó a los gobiernos cómo hacer para desalentar el ahorro: se emite moneda hasta que ella pierde valor, entonces, la pérdida de valor del dinero que para el consumidor se expresa como inflación, hace que los consumidores gasten más dinero y más rápido para adelantarse al aumento de precios [en teoría, porque en los hechos cuando la moneda nacional se devalúa, se pasa a ahorrar en oro o dólares].

  4. Otra herramienta es bajar las tasas de interés, porque eso desalienta el ahorro [la gente no lleva el dinero a los bancos], y le facilita a los empresarios el tomar créditos [sacar dinero de los bancos], este desfasaje entre lo que no entra y lo que sale, se llena con dinero que el Estado -que emite billetes- le presta a los bancos.

  5. El Estado también puede ayudar a reactivar la economía bajando los impuestos.

  6. El problema es que los consumidores con más dinero disponible por pagar menos impuestos, con las tasas bajas que no alientan a llevar el dinero a los bancos, y con los precios aumentando, se vuelcan al consumo, pero, como producir lleva más tiempo que los cambios de políticas económicas de los gobiernos, el resultado es que la oferta no cubre a la demanda, y eso empuja a los precios para arriba, aumentando la inflación.

  7. Es por esto que a no más de dos o tres meses de la entrada al poder de un gobierno keynesiano, comienzan las huelgas y los reclamos salariales, porque cuando un empresario debe pagar salarios mayores, aumenta los precios de lo que sea que fabrique, iniciando la espiral "precios-salarios".

  8. Entonces, con un nivel de ocupación aceptable, y antes de que la población comience a maldecir al gobierno por la inflación que lo castiga, los gobiernos ponen controles de precios, suben los impuestos, y disminuyen el gasto público -básicamente cuando congelan los salarios-, pero nunca reconociendo que se ha agotado el modelo keynesiano, sino afirmando que se "recalentó la economía".

  9. El problema es que el momento para dar el golpe de volante sería cuando se alcanza el pleno empleo, pero, este no llega nunca por el arribo de nueva población a la etapa de edad laboral, más un grupo de población desocupada crónicamente que no puede reinsertarse al mercado laboral porque la rama de la economía en la que trabajaba ha desaparecido o está en vías de extinción por obsoleta, generalmente a causa del progreso tecnológico que nunca espera a los gobiernos, dejándolos rezagados todo el tiempo y en todos los lugares.

  10. Para que se hagan una idea: Hubo una crisis por culpa del petróleo en 1973, y como hasta ese momento Keynes era intocable, todos los países creyeron que el problema se solucionaba con generar más inflación. Pero esta vez la gente harta de la suba de precios protegió sus ahorros en divisas fuertes o en oro, entonces no aumentó el consumo, y no sólo no bajó el desempleo, sino que para empeorar las cosas el nivel de automatización de la producción y la irrupción de la informática en los servicios facilitó que las mujeres ingresen al mercado laboral como nunca antes, generando una desocupación masculina crónica que nunca más llegó al pleno empleo en ningún país.

  11. En síntesis, con keynesianismo todo el mundo vive con una inflación crónica que promedia el 4% anual, y una desocupación crónica del 8% [con cifras que los gobiernos manipulan, por lo que estas probablemente sean peores].

  12. Excepto en Argentina donde la inflación es del 20% y el gobierno vocifera que llevó la desocupación hasta debajo del 8%.

  13. A largo plazo el liberalismo ortodoxo nacido con Adam Smith tiene la solución, pero, los gobiernos deben vivir pendientes del corto plazo encajonados y atados a los cortos plazos electorales.

  14. Mientras los economistas no resuelven esto -o no lo pueden hacer con los miles de "peros" que les plantean los políticos-, la tecnología no se duerme y sigue progresando y prometiéndonos más desocupados... y el futuro se nos viene encima.

  15. Síntesis [para Bárbara]:
    Keynes es el creador de la "macroeconomía", pero la macro no es otra economía sino apenas un modelo económico que por lo general se usa para sacar de las crisis al modelo liberal:

    • Si aceptamos como modelos al liberal y a su opuesto el de la economía centralizada [o comunista], el modelo keynesiano es lo más a la izquierda que acepta correrse voluntariamente la derecha. Y está en el medio por el hecho de nacionalizar algunas empresas y convertirlas en monopolios [los comunistas nacionalizan todo] como las de servicios públicos y otras supuestamente estratégicas para la economía, como el petroleo, el gas, y la minería.

    • El problema con el modelo keynesiano [llamado intervencionista y también "desarrollista" en Argentina] es que se lo implementa para superar las crisis económicas, pero, después él genera sus propias crisis con el agravante de que es muy difícil salir de este modelo una vez que se entra, siendo las más famosas de sus crisis las hiperinflaciones de Alemania y Argentina. Aunque en realidad la hiperinflación alemana tuvo como ideólogos a otros economistas anteriores a Keynes [Bendixen, Duhring, Helfferich, Knapp, y Lexis], de los cuales tomó y luego pulió ideas para obtener a la mayor parte de su teoría.

    • La macroeconomía son cuatro herramientas que sólo están en manos del Estado, y mediante las que puede influir sobre la economía real: Aumento de la emisión de moneda [según Keynes, prudentemente para compensar al dinero retirado de circulación por los ahorristas], aumento del gasto público [obras públicas motorizadas por las empresas públicas nacionalizadas], baja de las tasas de interés, baja de los impuestos.

    • Hay otras herramientas secundarias como las trabas arancelarias, los controles de precios, los subsidios, y la emisión de títulos públicos a tasas mayores a las que el Estado fuerza a operar a los mercados con el objeto de absorber parte de la moneda que se emite.

    • La definición popular de "hacer economía", es la inversa de la definición keynesiana, pues para nosostros hacer economía es ahorrar, en cambio para él la economía es todo el dinero que una sociedad gasta [todo sumado: los gastos del consumo popular, los gastos de inversión empresarial, y los gastos del gobierno].

    • El problema primario para Keynes es que el ahorro no se gasta, luego, si alguien no gasta otro no vende, otro no fabrica, y otro se queda sin trabajo.

    • Pero, lo que Keynes no entendió, es que el ahorro sí se gasta, y se lo gasta de una forma diferente diferida en el tiempo, o sea que si se ahora es para gastarlo después, cuando el dueño del ahorro lo necesite, y no cuando lo quiera el político de turno en el poder.

    • Otra cosa que Keynes no vió es que los que ahorran le transfieren poder adquisitivo a los que gastan, pues si ellos retiran dinero del circulante, la menor cantidad de dinero en movimiento vale más y, si vale más, no hay aumentos de precios.

    • También si hay más ahorros bajan las tasas de interés favoreciendo que las empresas tomen fondos, produzcan más, y generen nuevos puestos de trabajo.

    • Poniendo en una calculadora las cosas a favor del keynesianismo y restándole las cosas en contra, resulta que el saldo es claramente negativo, pero, si incluimos en la ecuación a la cuestión "corto plazo contra largo plazo" la sabia frase dicha por Keynes "en el largo plazo todos estaremos muertos", parece ser irrefutable: la peor política de un gobierno es no tener una política, en especial cuando el mercado financiero enloquece y le complica la vida al resto de los mercados [los sectores comercial, productivo, y laboral].

    • Si se relee a Keynes se verá que pese a sus errores, sus recetas son de una gran prudencia que los gobiernos rara vez copian [sólo copian mal eso de emitir, generar un "poco" de inflación porque es bueno, y pulverizar las ganancias del rentista o ahorrista].

    • Otro problema de Keynes es que su "función consumo" no es realmente una función, o sea un término matemático aplicable a algo que se cumple siempre sí o sí. Por ejemplo, si un mes el gobierno aumenta los salarios al doble, probablemente el consumo aumente el doble, se podrá fabricar el doble, y tomar el doble de empleados [que con buenos sueldos tendrán el dinero para comprar las cosas que fabriquen otros empleados, etc.], pero si el mes siguiente alentado por el éxito keynesiano se aumentan los salarios el triple, el sujeto que se compró una heladera no va a volver a comprarse otra, y por lo tanto va a ahorrar, o sea que no va a aumentar su consumo el triple, y entonces se demuestra que no hay una relación matemática entre el aumento del salario y el aumento del consumo personal, y como el dinero disponible aumenta más rápido que la oferta, aparece la inflación.

    • Keynes percibió que la propensión a consumir sería decreciente [si se aumenta el salario en $ 1.000 nadie gasta el 100% sino el 80%, pasando a ahorrar el 20%, pero si aumenta en $2.000 sólo se va a gastar el 50%] sin embargo, siguió tratando de venderle a los políticos su función consumo, pero aclarando que no es una ley matemática, sino "psicológica", aunque reincidiendo con sus juegos matemáticos afirmó que si 100% = 80% + 20%, como 100 dividido por 20 nos da 5, entonces el gobierno debe emitir por 4 porque... 4 X 5 = 20 [o sea una pelotudez matemática, pero, que no deja de ser poca emisión comparada con las cosas que han hecho los gobiernos keynesianos].

    • Pero, cabe recordar que Keynes nunca fue ministro de economía, por lo que no tuvo que enfrentar el problema de la propensión al consumo decreciente que, los ministros de economía que en todo el mundo han seguido los consejos de Keynes, solucionaron simplemente con inflación creciente. Claro, para sus cerebritos, si un poco de inflación es buena, entonces la inflación creciente debería ser buenísima, y hasta deben creerse merecedores de otro premio Nobel de economía como el que le dieron a Keynes.

    • Una ley económica indiscutible es que lo que se consume debe pagarse, y el esfuerzo keynesiano por superar rápido a las crisis económicas con intervencionismo, al final se paga consumiendo a la clase media en beneficio de la clase baja y de los grandes empresarios que se hacen más ricos gracias al proteccionismo. Pero, como ya afirmé, peor para todos es que el Estado no haga nada y una crisis se prolongue por años.

    • Como dato adicional, U.S.A. [que es una economía históricamente muy anti-keynesiana] salió de la crisis del 30 con keynesianismo, mientras que Alemania fue reconstruida después de la segunda guerra mundial con el más ortodoxo liberalismo.

    • Por último, otro error de Keynes que no puede dejar de mencionarse, y que más que error es una verdadera burrada, es confundir ingresos nominales con ingresos reales. El salario nominalmente sí aumenta, nos dan más billetes, pero en la vida real [fuera de las ficciones contables de los ministros y los periodistas amigos del poder] esos billetes sirven para comprar menos cosas que antes del aumento.

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