MARITA VERON Y SUSANA TRIMARCO:
  1. La prostitución siempre fue un gran negocio.

  2. Y ganan todos: las que prefieren eso antes que trabajar, los que administran, los que protegen, los que proveen mujeres, y los que deberían defender a la ley y a los derechos de las mujeres, pero, hacen la vista gorda.

  3. Los prostíbulos aportan a las campañas políticas, a los magros sueldos policiales, y muy probablemente a la reventa de drogas, al mercado de venta de bebés, y a la satisfacción gratuita de todas las perverciones sexuales de los policías, políticos, jueces, y hasta sacerdotes.

  4. Susana Trimarco, un estudio de abogados, y los medios a su favor, no pudieron equilibrar la balanza para conseguir justicia.

  5. Esto en parte rechaza la suposición de los políticos de controlar a los medios para torcer la opinión pública, y hasta para reinventar una realidad "rosada".

  6. Aunque pensando un poco mezquinamente... ¿ qué les costaba sacrificar a un par de mafiosos para ganarse a la opinión pública [o hasta llegar a sacrificar a un gobernador que ya hizo su fortuna] ? Aún hay tiempo, antes que los indignados le prendan fuego a la provincia.

  7. Mientras tanto, la presidente sale por televisión consternada por el fallo y dice lo correcto, cuando al mismo tiempo sus serviles congresistas cajonean por dos años la nueva ley anti trata de personas [porque ya hay una ley que, como muchas, no se usa nunca, incluso en el caso de Marita Verón los jueces fallaron sobre la desaparición de una persona, y no sobre trata de personas -antes "trata de blancas"-].

  8. Ahora los trece sospechosos están libres, y la presidente se relame mientras planea la democratización de la justicia que, previsiblemente, le quitará autoridad a los jueces y se la aumentará a un poder ejecutivo que bien podría comenzar por auto democratizarse para que, si un partido político gana por el 54% de los votos, obtenga hasta el 60% del gabinete y ya no el 100% que, por ejemplo, también se conquista ganando apenas con el 22% de los votos [algo que matemática y democráticamente parece una "tomada de pelo"].

  9. Y no sólo por esto a la justicia no se la ha visto triunfar: El contacto entre Susana Trimarco y el gobierno kirchnerista, como no podía ser de otro modo con esta gente, ahora la tiene salpicada por hechos de corrupción.

    LOS DECLARADOS INOCENTES:

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    María Jesús Rivero: Ex dueña de la remisería 5 Estrellas. Según la acusación, ordenó –junto con su ex marido Rubén "La Chancha" Ale– a su hermano secuestrar a Marita Verón. La fiscalía la consideró autora intelectual. La fiscalía y la querella habían pedido 25 años de prisión.  

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    Víctor Rivero: Acusado de secuestrar a Marita por orden de su hermana María Jesús. Un testigo dijo en el juicio que Rivero le contó cómo lo había hecho y que la sangre de la mujer, a quien golpeó con un arma, nunca salió del asiento del auto que usó en el secuestro. La fiscalía lo consideró autor material y, al igual que la querella, pidió para él 25 años de prisión.  

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    Daniela Milhein: testigos rescatadas de redes de trata señalaron que reclutaba chicas para ser explotadas en los prostíbulos. Una ex víctima de esas redes contó que en su casa vio dos veces a Marita. La fiscalía la consideró partícipe necesaria y pidió 25 años de prisión, al igual que la querella.  

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    Alejandro González: ex marido de Daniela Milhein, estaba acusado de haber transportado a Marita hasta La Rioja para entregarla a un prostíbulo, como había hecho con otras mujeres secuestradas que declararon en el juicio. Para la fiscalía, que pidió una condena de 25 años –en coincidencia con la querella–, fue partícipe necesario.  

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    Irma Medina: Conocida como "Mama Lili", madre de los mellizos Gómez y dueña de varias whiskerías que funcionaban como prostíbulos alimentados por mujeres secuestradas. Una testigo aseguró que "compró" a Marita Verón. La fiscalía la consideró partícipe necesaria y pidió una pena de 25 años, la misma condena que solicitó la querella.  

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    José "Chenga" Gómez: Hijo de Medina, los testimonios señalan que obligó a Marita a prostituirse en los locales de su familia, que ella fue su "doña" y tuvo un hijo suyo. Según la fiscalía, fue partícipe necesario, por lo que le cabía una pena de 25 años, con lo que coincidió la querella.  

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    Gonzalo "Chenguita" Gómez: Hijo de Medina, regenteaba prostíbulos en La Rioja, en uno de los cuales fue vista Marita. Como a su hermano y su madre, la fiscalía lo consideró partícipe necesario y pidió para él 25 años de prisión. Idéntica pena solicitó la querella.  

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    Azucena Márquez: Fue señalada como regenta de prostíbulos de Medina y Gómez –bajo el nombre de "doña Claudia"–, que comandaba cuando Marita fue vista allí. Para la fiscalía, como partícipe secundaria, le cabía una pena de 12 años y medio, la querella había pedido 25.  

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    Paola Gaitán: Esposa de Carlos Luna, referida como administradora de los locales bajo el nombre "doña Patricia". La fiscalía la consideró partícipe secundaria y pidió para ella 12 años y medio, la querella había pedido 23 años y seis meses.  

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    Carlos Luna: Administraba el prostíbulo El Desafío y formalmente figuraba como responsable del lugar en donde, dijo, las chicas estaban por su voluntad, algo que desmintieron numerosos testimonios. Habría asumido la responsabilidad por gratitud a los Gómez. Para la fiscalía, por ser partícipe secundario, debía cumplir 12 años y medio de prisión, para la querella, 25.  

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    Mariana Bustos: Casada con Chenga Gómez, participaba de la explotación de los prostíbulos. Para la fiscalía, como partícipe secundaria, le cabían 12 años y medio de prisión, para la querella, 26 años y medio.  

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    Pascual Andrada: Ex policía encargado de trasladar mujeres secuestradas de Tucumán a La Rioja; en esa rutina habría trasladado a Marita, según fue acusado. Para la fiscalía, como partícipe secundario, le cabían 12 años y medio de prisión, la querella pidió 23 años y siete meses.  

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    Juan Derobertis: Encargado de El Desafío, uno de los locales de Medina y sus hijos en los que fue explotada Marita. Por considerarlo partícipe secundario, la fiscalía pidió para él 12 años y medio de prisión, la querella había solicitado 24 años.  

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