Marx fue un genio, y cuando uno de estos mete la pata, lo hace a lo grande.

En Cuba ya se dice que es demasiado tarde para Marx, y de hecho, no sigue a su aliado venezolano.

Marx, a diferencia de lo que hace la derecha liberal, no ha actualizado sus teorías, simplemente porque se murió, de no ser así, [como no era tonto], hubiera evolucionado.

Chávez tampoco era tonto, pero fue más vivo para construir su imagen de "Gran hermano" de su pueblo, que para convertirse en un estadista serio.

Un estadista serio que desea redistribuir riqueza no se pelea con su sector productivo.

A un estadista serio le alcanza con el 51% de los votos para ejecutar sus programas, sin necesidad de destruir el sistema legal en su beneficio personal o partidario.

A un keynesiano medianamente serio le alcanza con un 5% de inflación anual para hacer toda su alquimia con la economía. Quintuplicar eso es incompetencia, o negligencia.

Claro es que un país como Venezuela, en donde el 95% del producto bruto es petróleo que se exporta casi en su totalidad sin procesar, no tiene la industria, ni los obreros industriales que según Marx debían impulsar la revolución.

Entonces Chávez hace su revolución como puede, improvisando y personalizando la misma: ya no es la clase obrera y el campesinado, sino Chávez el que hace la revolución: lejos de Lenin, con algo de Stalin, y mucho de Castro, pero, a diferencia de estos tres comunistas de ley... Chávez nadaba en dólares.

Improvisar teniendo el pueblo venezolano tantas carencias, es fácil, pues por dónde se mire se encuentra algo que necesita hacerse a nuevo, pero, encontrar la solución definitiva ya es otra cosa, y en eso los Estados comunistas y socialistas están muy detrás de los logros de los Estados capitalistas que cuando ponen en marcha al "Estado benefactor" se sacan las mejores notas.

Es difícil comprender cómo va a hacer Venezuela para seguir con una revolución que para Marx todavía no comenzó. Y es más difícil visualizar cómo Maduro amándolo tanto a Chávez, podrá sucederlo y situar a Venezuela entre las naciones socialistas modernas, con menos circo, y más eficiencia para elevar el nivel de vida de su pueblo.

Por último, el gobierno de Argentina pierde a un amigo, pero Venezuela es una nación amiga, sea cuál sea el signo político de su gobierno. Por eso la muerte de su amado líder debe ser acompañada en el dolor por todos nosotros, en especial comprendida y respetada por quienes somos anti-chavistas, anti-peronistas, anti-castristas, anti-stalinistas, anti-fascistas, anti-comunistas... pero nunca seremos anti-venezolanos, y con sus aciertos y errores Chávez hizo por Venezuela lo largamente postergado, que era necesario hacer, y que es inexcusable que no se haya hecho, y su pueblo no tiene por qué adivinar [visto que ha recibido poca o nula educación, e incluso recibiéndola, no es fácil aplicar esos conocimientos en economía política] que las políticas de Chávez son "pan para hoy, y hambre para mañana".

Posdata: Argentina mandó 2.500 vacas lecheras a Venezuela, en un intento por generar sus propios tambos. Resulta que se les murieron todas, y no volvimos a enviar más. No seamos miserables, pues podemos mandar 2.500 por semana durante un año [de fiado... tarde o temprano nos pueden mandar el petróleo equivalente], pero, no mandemos más vacas de Buenos Aires, sino de Corrientes, Chaco y Formosa.