Verdad que duele: La izquierda murió y no lo sabe

LEY N°8: Para unos impuestos y retenciones, para otros subsidios y blanqueos, precios máximos en los productos, precios mínimos para los salarios, barreras para importar insumos, y mil trabas para exportar... más que fallar, es milagroso que con la poca libertad restante los mercados funcionen sin agonizar como en Venezuela. Y lo terrorífico es que los progres "anti-mercado", decidan venir a intervenirlos porque fallan.
O.K., analicemos esto con paciencia y tolerancia: Hay una clase de gente que es autoritaria, y eso la convierte en intervencionista. También hay una clase de gente a la que la irrita toda expresión de libertad ajena. Finalmente están los igualitaristas que se enfurecen con los que se atreven a utilizar la inteligencia que los diferencia de los que no la tienen, y a todos estos reptiles juntos se les retuercen las vísceras cuando se les dice algo como: "Nuestra lógica es consistente, el liberalismo no tiene fallas, y no hay ninguna señal de que otro sistema lo supere en ningún aspecto, lo que incluye eficiencia, justicia, y moralidad".
¿ Y qué hace esta jauría rabiosa ?... pues buscar desesperadamente el pelo en el huevo [en un huevo de gallina]. Para ellos encontrar una falla en el liberalismo sería como un orgasmo. Primero fantasearon con que diferentes precios en diferentes momentos o en diferentes lugares para un mismo producto es una falla, y se les demostró que no lo es. Después arremetieron con el cuco de los "poderosos", los formadores de precios, el dumping de la empresa que vende barato [del que hay dos tipos: "dumping" y "dumping social"]. Después llegó el turno del archi cuco del monopolio de la empresa que vende caro, o la cartelización si todos venden al mismo precio, y el último fantasma es el de los "grupos concentrados", que supongo que son los que fabrican lavandina concentrada [hipoclorito de sodio], leche condensada, y extracto de tomate.
Todas estas quejas vienen del lado de la izquierda, pero, apareció hace pocos años una supuesta falla con todo el tufo de haber salido de una usina keynesiana, me refiero al problema de las "externalidades", por ejemplo en su ciudad se instala una nueva fábrica y eso es bueno porque crea más puestos de trabajo, pero, el ruido, el humo, o el olor, son "externalidades negativas" que perjudican a los vecinos, De tratarse de una química que elabora desodorantes de ambiente, al no hacer ruido y perfumar las calles vecinas, tendríamos un caso de "externalidades positivas".
¿ Y qué ?... pues que los intervencionistas bailaron de contentos porque con perjudicados el mercado ha fallado y el Estado debe protegerlos, ¿ cómo ?... pues poniéndole mayores impuestos a las "externalidades negativas", y subsidios a las "externalidades positivas".
Aquí es en donde entra en la historia Ronald Coase que resuelve desde la más cristalina escuela liberal al problema con el teorema que lleva su nombre, demostrando dos cosas, primero, que el Estado no debe subsidiar las externalidades positivas, ni castigar con impuestos a las negativas [la solución del profesor Pigou], sino dejar que las soluciones surjan libremente entre las partes que llegarán a un acuerdo mutuamente satisfactorio, sin importar a quién asista el derecho siempre que, primero, esté claramente definido el derecho de propiedad y que los costos de transacción sean bajos. Segundo, que en el caso de bienes públicos [que se diferencian de los privados por dos características: exclusión y rivalidad en el consumo], la solución es vincular un bien privado con uno público, por ejemplo, el interés privado de una empresa por hacerse publicidad por la televisión abierta que no puede cobrarle el servicio a sus espectadores como sí lo hace la televisión por cable. Tercero, la solución institucional, o sea: el ejemplo de los faros de los que hoy se ocupan los Estados, pero que por 400 años fueron privados, construidos por asociaciones de compañías navieras, no interesadas en el negocio de cobrar el servicio de señalización que hace la luz del faro y que es aprovechado gratis por todos los navegantes [los usuarios oportunistas gratuitos se denominan como "free riders"], sino interesadas en que sus barcos no se accidenten, olvidándose de la idea de tratar de hacer que todos los que se sirvan del faro después voluntariamente se presenten a pagar por el servicio, incluso aunque sean más los barcos oportunistas que los barcos propios.
Punto final: Otra cosa que los liberales hemos estado dejando de hacer [además de los por algún extraño motivo siempre atractivos faros], es la aplicación del Teorema de Coase a centenas de problemas políticos nacidos de la concepción del poder como relación de obediencia, cuando la relación es inversa y el político no existe para dar órdenes sino para dar un servicio a la población [¿ olvidamos que son "servidores públicos" ?], por lo que este servicio no puede ser dado por quienes siguen las enseñanzas de un filósofo y fracasado economista improvisado como Marx, porque la solución óptima obviamente es de economistas serios como Pareto, y también como Coase. El político no puede gobernar exclusivamente para sus votantes, sino para todos, de modo que todos los opositores van a ser sus "free riders" beneficiarios gratuitos, que sabemos que en los regímenes comunistas no existen porque los opositores son exterminados o les son confiscados sus bienes.
No podemos dejar de ser críticos con nuestros sistemas políticos y económicos porque si no, la crítica va a llegar desde los autoconvocados voceros de los excluidos, que no va a ser una crítica constructiva sino destructiva. No podemos dejar de ver que la democracia nos está quedando chica y hace falta una democracia más grande, o sea: una multidemocracia, porque la solución óptima al problema del poder no es achicar el Estado sino dividirlo.
¿ Cuáles han sido históricamente los grupos con pretensiones de dominio ?: ésta obviamente no es una cuestión de clase como dedujo equivocadamente Marx, sino corporativa, en la que se destaca el grupo de los guerreros y que hoy son los militares. Las "noblezas" por todos lados son los descendientes educados de un árbol genealógico que arranca con algún guerrero conquistador. Otro grupo es el de los religiosos sobre las creencias en lo divino. Otro grupo es curiosamente el de los filósofos sobre su creencia de superioridad intelectual que los capacita para dirigir a los menos inteligentes. Otra corporación menos pedante pero igual de inepta es la de los abogados que apoyan sus pretenciones no sobre su inteligencia sino sobre su memoria y el conocimiento de la ley. Pues bien, resulta que la multidemocracia se fundamenta sobre el hecho históricamente fácil de verificar de que nunca hubo un intento de asalto al poder por parte de los médicos, ni de los docentes, ni de los ingenieros, ni mucho menos de los matemáticos que les enseñan casi todo lo que saben a los ingenieros. Estos profesionales que han pasado toda su existencia, generación tras generación, dando un servicio a la humanidad, son los verdaderos excluidos a los que ni siquiera se les permite autogestionar sus respectivas áreas, y no sé que es más desubicado e incoherente para un país: tener un ministro de educación militar que piense que los estudiantes universitarios son peligrosos "per se", o tener un ministro de educación filósofo, cínico propagandista de una ideología atrasada del siglo XIX, a la que le falló su sistema económico en 1924, y después le falló su internacionalismo en 1956 cuando 2.500 tanques soviéticos entraron en Hungría, y al que final y afortunadamente sin causar otra de sus habituales masacres, en 1991 la burocracia de su dictadura del proletariado finalmente hizo colapsar al Estado más grande que jamás haya existido, hace ya un cuarto de siglo: la U.R.S.S. se estrelló, y no fue porque faltase un faro... ¡ no lo quisieron ver intencionalmente !
¿ Si cayó un coloso como la U.R.S.S., no puede caer también un Estado de hasta ahora muy mediocre desempeño como el argentino ? No afirmo que vaya a caer Argentina y en el planeta en su lugar quede un pozo, ni que caiga el gobierno ya sea por el voto o por un golpe de Estado, sino que caiga el Estado o "mejor prevenir que curar", que una multidemocracia [docentes, médicos, ingenieros, etc. todos autónomos cada uno timoneando sus respectivas áreas sin necesidad de políticos] desaloje a la democracia capitaneada por políticos que ponen los faros en donde no corresponden.
Más democracia no nos va a venir mal. La eterna discusión: "Estado grande vs. Estado chico" puede ser salvada con la fórmula "Estado ni chico ni grande sino necesario, pero, con poder ejecutivo chico", y con todo el poder que posee en nuestra democracia el poder ejecutivo, limitarlo no podría tener objeciones de parte de la oposición [que vendrían a ser "free riders"], pero, al aprobar este tipo de cambio, nos estaría firmando un seguro utilizable para frenar a cualquier tipo de líder pernicioso que pudiese alcanzar el poder en el futuro.
A los faros los utilizan por igual los barcos asociados y los "colados", pero, no fueron construidos bajo ningún ideal de igualdad. Las empresas cuidaron sus propios barcos, y el resto de la sociedad recibió una externalidad positiva gratis, sin que para los constructores eso implique que los usuarios oportunistas "les gasten la luz del faro": las navieras se ocuparon de solucionar un problema de sus barcos y punto, dejando al resto de la sociedad vivir en paz sin perseguirlos para que les paguen, pero, ni soñemos con que los políticos se vayan a comportar igual, por eso, es necesaria una multidemocracia y que los docentes se ocupen de la educación, los médicos de la salud pública, los ingenieros de la obra pública, etc.
Megalomanía: ¿ Qué pasa cuando un sujeto cree que puede opinar con autoridad sobre educación, neurocirugía, economía, fútbol, ingeniería, política exterior, filosofía, astronomía, y algo más, porque cuando no habla de lo que sabe... este individuo inventa con velocidad y "cara de poker" ?, pues bien este sujeto rarísima vez sabe de todo y por lo general es un megalómano con el ego por las nubes o "delirio de grandeza" algo que en Argentina adquiere niveles de epidemia, y los infectados son tantos que no encontramos a alguien sano para votarlo para presidente y, de encontrarlo, votarlo, y coronarlo, en cuestión de meses va a comenzar a creerse infalible y, pegado al delirio de grandeza de los megalómanos está el "Síndrome de Hubris" que sufren los papas, los presidentes, y las presidentes.

La democracia es un sistema político en el que se le pide a los votantes que elijan entre varios sujetos bipolares, algo paranoicos, y de seguro con delirio de grandeza, a uno solo para que gobierne al país como se le antoje... y hay legiones de pelotudos que se enamoran del peor megalómano disponible... y lo siguen votando hasta estando muerto.

No hay una palabra para designar a quienes aman las cadenas de la esclavitud de facto y convierten a la lealtad política militante en la "causa" de sus vidas. Stalin, Hitler, y Castro, han sido prototípicos megalómanos rodeados por cientos de aduladores, testaferros, cómplices, y conversos "más papistas que el papa", con los que pese a su incompetencia, se las han arreglado para gobernar países sumergiéndolos en la pobreza, pero, teniendo a las masas de zombies felices.

Pero, el virus de la felicidad zombie también ataca en U.S.A. [que por lo que se ve en sus películas tienen una epidemia zombie por año]: En 1930 se aprobó la ley Hawley-Smoot gravando con altos aranceles a las importaciones, y el presidente Herbert Hoover no la vetó pese al pedido hecho por carta firmada por mil economistas, entonces la irracional ley se aplicó igual, fue contestada con leyes similares desde Europa y Asia, incluso en la liberal Inglaterra aunque con excepciones y preferencias dentro de la Commonwealth [lo que salvó a Australia y Canadá de convertirse en otras Argentinas], y en un mundo donde los países no comerciaban entre ellos, nueve años después estaban todos en guerra.

Yo apunto a que la lectura de este libro sirva como una vacuna anti demagogo/populista y contra sus crías subsidiarias [igual o más dañinas]: Prebisch-Ferrer/proteccionistas, peronisto/fascistas, kirchneristo/cleptómanas, y chavisto/comunistas.

Es hora de que los políticos comiencen a tomar en serio dejar de jurar al asumir por "desempeñar sus cargos con honor y patriotismo, y si así no lo hiciere, Dios y la Patria me lo demanden".
Pues bien, a Perón se le murió su segunda esposa [Evita], a Cristina Fernández de Kirchner se le murió su esposo, y a Carlos Menem [divorciado], se le murió un hijo.

A Perón también se le murió un cuñado, el hermano de Evita, y curiosamente a Hitler se le murió el hermano de Eva Braun, ambos ejecutados a balazos... parece que ser pariente político de un político megalómano trae mucha mala suerte.
Nota sobre la mala suerte: Los tatuajes traen mala suerte, no conozco a nadie al que su suerte le haya cambiado para mejor después de tatuarse. Un tatuaje chico de lejos parece un feo lunar de nacimiento, de cerca parece un dibujito desteñido. Un tatuaje grande de lejos no se aprecia y parece ser ropa oscura, de cerca ni ganas dan de mirarlo, y menos de alabarlos y aplaudirlos, de hecho ver tatuajes grandes en mujeres bellas me dan ganas de empujar al imbécil tatuador debajo de una aplanadora.
Como están las cosas, tarde o temprano toda esta nueva generación va a terminar tatuada por contagio y nos veremos ante la disyuntiva de tener que votar entre dos candidatos a presidentes tatuados.

Si algo distingue a esta generación de las precedentes no son los tatuajes sino su costumbre de ponerles nombres a las generaciones [mi pragmática generación les ponía números de la tabla del diez], pero, hay algo más evidente que su estado de temporal juventud: esta generación usa zoquetes. En mi generación únicamente las niñas usaban zoquetes que generalmente sobrepasaban al tobillo en 10 cm. En cambio los varones niños y adultos utilizábamos lo que yo califico como un error matemático: las "medias tres cuartos", porque su medida o es media, o es tres cuartos [esto fue causado por el olvido de que lo que nos ponemos en los piés son calcetines "media caña", luego rebautizados como "medias"].
Entonces "medias" se refuncionaliza como sinónimo de otra cosa ya olvidada, y a "zoquete" también se le da otro uso como sinónimo de "idiota", y por eso yo creo conveniente denominar a la actual generación ponedora de nombres como a la... ¡ generación zoquete ! [mi generación es la de los "Baby boomers", antes está la generación "Silent", después la generación "X", después la generación "Y" o "Millennials", después la generación "Z" o "Centennials", y la que vendrá cuando la generación "Centennial" tenga hijos, tal vez sea la de los "ZZ" o "Zombies", y se extinga el género humano].

Audrey Hepburn popularizó el uso de los pantalones estilo "Capri" y en 1959 la sección 12947.5 del Código de Empleo de California protegió el derecho de las mujeres a usar pantalones, lo que me parece correcto, tanto como el prohibirles a los hombres el imitarlas porque es sabido que a las mujeres les molesta descubrir que hay otra mujer en su entorno utilizando la misma ropa... y supongo que será peor si lo hace un hombre.

Y son tan "zoquetes" que alguien desde Europa no va a tardar en decir que hay que cambiar la moda, para que todos corran a quemar sus horribles mini zoquetes de tobillo descubierto, únicamente superado en fealdad por la anterior moda de usar zapatos sin medias, lo que es raro porque la razón economicista detrás de las modas es vender algo más caro por ser nuevo, y obviamente "cero medias" habrían de salirles gratis a los consumidores, sin ganancias para los comerciantes y productores... ¿ finalmente habremos encontrado una falla del mercado ?

¿ Y cuál es mi problema con esa moda gratuita ?... la verdad es que no lo sé, tal vez porque me parece algo homosexual y ser inclusivo no pasa por vestirse como ellos. La visión del pié femenino, por ejemplo gracias a las sandalias que se utilizan en el verano, es agradable, en cambio, de verles las patas a un hombre sólo puedo pensar en suciedad y mal olor, incluso entre los que estén usando un calzado fino. En realidad esto no es cuestión de piés femeninos y patas sucias masculinas, sino de piel en general: el roce accidental con la piel de una mujer no me molesta, pero el roce con la piel de un hombre me dan ganas de lavarme con alcohol. Incluso entre amigos un saludo afectuoso con un abrazo y beso, el beso es corto y no es exactamente un beso sino un roce de mejillas, y el abrazo es siempre estando vestidos [sin ropa únicamente se abrazan los boxeadores y no es por afecto].
Las hormonas, feromonas, o las proteínas contenidas en la siempre presente transpiración deben ser la causa del rechazo al contacto físico con alguien del mismo sexo, excepto claro, en los homosexuales que deben tener mal desarrollado ese reflejo [el de querer lavarse con alcohol] o tienen algún cable cruzado en la cabeza... lo que podría llegar a ser operable. El cerebro no es un aparato eléctrico y los nervios no son cables de cobre, pero [argumento para película de ciencia ficción] si lo fueran y los cables que van de "contacto con la piel femenina" y "contacto con la piel masculina", en vez de terminar enchufados en las entradas que dicen "placer" y "asco", estuviesen invertidos, pues se los desenchufa y reconecta correctamente, y a partir de allí un afeminado que sienta asco al tener contacto con otro hombre será libremente lo que quiera ser, pero ya nunca será promiscuo [creo que se ha investigado mucho al sexo, y muy poco a la piel], y si quieren ponerse los zapatos sin las medias y al mismo tiempo pantalones tipo "Capri", pues no se saquen fotos de cuerpo entero porque en algunos años cuando cambie esta moda horrible tanto homosexuales como metrosexuales y heterosexuales... ¡ se van a querer morir !
Finalmente, ¿ a cuál clase de hombres les parece que les habría de resultar interesante el mirar la piel de otro hombre ?... bueno, yo ni lo dudo: la clase de hombres que hay entre los diseñadores de modas. Entonces muchachos "generación zoquete", nada de patitas descubiertas, nada de pantalones con agujeros, nada de musculosas en verano ni aunque hagan 40° a la sombra [físicoculturistas incluidos], y menos aritos y tinturas en el pelo... porque muchos van a creer que son homosexuales, o que la ropa se las compra su mejor amigo.
La oferta y la demada: En el siglo XXI, al menos en Argentina, tenemos cuatro epidemias no declaradas: obesidad infantil, alcoholismo adolescente, drogadicción en la clase baja, y soledad urbana pues en las ciudades cada vez vive más gente sola, lo que en parte explica el éxito de las redes sociales en Internet [una marca patentada en Argentina en la década del 50 por una fábrica de ¡ medias ! para mujeres]. Frente a esto el Estado reacciona con escaso éxito mientras que el mercado lo hace a la velocidad del rayo: Si hay una epidemia de obesidad, el mercado va a ofrecer más comida chatarra y al mismo tiempo instalará gimnasios por toda la ciudad y cerca de estos habrán comercios de alimentos naturales y dietéticas.
La epidemia de soledad a aumentado el precio de los departamentos de uno y dos ambientes, y la aislación de las mujeres dentro de sus departamentos forzó a importar bandas de mariachis: es legendaria la anécdota del cantante mexicano que para promocionar en Buenos Aires a su propia banda mariachi, decidió cantarle una serenata a una sorprendida joven actriz que daba sus primeros pasos en la televisión, y de la que estaba enamorado en secreto, y lo hizo puntualmente a las 23:00 hs. que es justo cuando yo me voy a dormir. Como la chica tardaba en abrir su ventana, el mariachi gritón comenzó a cantar una segunda canción, y entonces los vecinos comenzaron a insultar [yo no me sumé a los insultos del tipo: "Metete la trompeta en el culo y que te la sople tu puta madre", y... "Si cantás otra de Luis Miguel, te vacío el cargador en la cabeza, puto brasileño"], entonces finalmente la ventana comenzó a abrirse y por ella se asomó un muy poco femenino brazo peludo que arrojó un condón usado en la cara del mexicano.
Así es la economía de mercado, el que no se arriesga no gana, y seguramente el mexicano hubiese tenido suerte en tres o cuatro ventanas distintas de la que eligió. Los sujetos con zoquetes, aritos, tatuajes hasta en el culo, y teñidos de rubio "Eminem", deben seducir a montones de mujeres [de esas a las que yo no tocaría ni con un palo], y lo mismo pasa con las drogas o los programas de televisón horripilantes: el mercado no falla al suministrar cosas nocivas o de baja calidad, o autos de gran calidad pero que contaminan, económicas bolsas plásticas que obstruyen desagües pluviales y, sobre todo... políticos con poca o deficiente formación intelectual, y sobre todo mala memoria y falta de inteligencia como para llevar un registro fílmico de lo que se dijo [o se publicó en las redes sociales] para no entrar en flagrante contradicción.
Nota: Se va a volver rápidamente millonario el que llegue primero al mercado con un buen producto que borre tatuajes... y después no digan que no les avisé.