El figurismo desmedido, descontrolado, y hasta desaconsejado, es una especie de "síndrome de pánico a la invisibilidad" que sufren los artistas que "pierden el aire". Perder el aire significa dejar de salir a diario por televisión, que es lo que pasa cuando un programa deja de emitirse y entonces sus nuevos desocupados pasan a presentarse en todo tipo de eventos, artísticos o no, programas de chimentos, y hasta publicidades berretas, porque desesperadamente necesitan ser vistos... y la desesperación se les nota.

Pues bien, en el exótico mundillo artístico, no ser visto implica perder ingresos y en este entorno, si bien es algo grotesco, al mismo tiempo el deseo desenfrenado de figurar es comprensible, pero... ¿ es posible reproducir el mismo síndrome en el mundo de la política ?

¿ Hace falta televisar hasta cuando Cristina va al baño ?
Lamento el exabrupto, pero... [piensen en su propia tropa] aveces es bueno extrañarse un poco.

A mí me alcanza con dos sílabas de Cristina para cambiar de canal o apagar el televisor, o sea: ya lo tengo automatizado y su pelotuda estrategia comunicacional no me afecta excepto por algo de risa y vergüenza ajena y, se los advierto, tarde o temprano les va a bajar la ficha y cuando vean viejos tapes de Cristina haciendo el ridículo, se van a querer morir.