Comencemos por lo que nadie dice: Sí, hay mucho amor de por medio y bla-bla-blá, pero, en general las adopciones rara vez salen bien. Obvio: ¡ si ya es difícil soportar a un hijo propio !

Se debe crear un régimen especial para este tipo de adopciones.

Se debe reconocer que con o sin "cuestión gay" de por medio, el sistema de adopciones es muy lento y por lo tanto ineficiente. Aquí la "cuestión gay" de ningún modo agrava la situación, sino que por el contrario ofrece una alternativa que hay que valorar como solución y no como problema.

Se tendría que tener un doble control: primero el tradicional, y el segundo será el de una comisión u oficina gay de supervisión de adopciones, integrada por miembros de su comunidad elegidos por sus propias reglas. La función de esto será evitar que por una mala selección de la pareja adoptante, se desprestigie a toda la comunidad homosexual, suponiendo que este sector de la población tenga algún prestigio.

No hay razones estadísticas ni matemáticas para argumentar que entre los menores a adoptar no haya la misma proporción de homosexualidad que hay entre las parejas postuladas para adoptar [en todos los estudios hechos en varios países se repite la cifra del 1,6%].

Seguramente habrán "cruces", o sea que menores heterosexuales serán adoptados por parejas homosexuales [y viceversa].

Determinar si esto es o no perjudicial para el menor, es algo que puede estudiarse, debatirse, y en última instancia revertirse tomando en cuenta la opinión de los menores involucrados.

También puede comenzar a estudiarse seriamente la cuestión de la testosterona recibida por el menor durante su gestación, pues hasta ahora parece ser el paradigma científico [el de la falla del gen Xq28, en un principio identificado como X2829, que proviene de las madres] a vencer por los defensores de la libre elección sexual.

Si se determina que el gen falla, lamentablemente a la homosexualidad poco le queda de diferencia con cualquier otra malformación genética, y eso va a ser usado como argumento discriminatorio por quienes califican a la homosexualidad como enfermedad.

Pero por otro lado, la resolución de este problema le va a permitir a las autoridades determinar científicamente quiénes tienen más chances de ser homosexuales en el futuro, para darlos en adopción a parejas homosexuales más preparadas para contener durante la etapa de la educación a quienes van a ser discriminados por el resto de la sociedad [en especial por los otros niños], al menos hasta que las diferencias sean totalmente aceptadas [lo que puede demorarse por varias generaciones].

Mientras los estudios no se realicen y la cuestión no pueda resolverse científicamente, la única salida que queda es la "democrática", entonces votemos cómo mejorar el sistema de adopciones:

• Ya tenemos matrimonios y concubinatos, entonces, ¿ adaptamos estas instituciones legales a los homosexuales o les creamos nuevas [por ejemplo: "homomonio"] ? porque la "igualdad" falseada a la larga no va a servir de nada, porque nunca ha servido: un matrimonio implica una mujer [por "mater" y "mono "], una unión lésbica en todo caso será un "bimatri", y una pareja de afeminados constituirían un "amatri", y si no piensan constituir matrimonios normales, no usen la palabra normal, e inventen una nueva, para lo que parece que se dan bastante maña [cisgénero, transgénero, intersexual, y una veintena más de anormalidades graciosamente bautizadas cuando al fin de cuentas son todos putos, como ellos mismos lo dicen a diario].

• ¿ Permitimos que las adopciones sean para todos rápidas y por sorteo, pero con exámenes revocatorios cuatrimestrales al principio de la adopción, anuales a partir del décimo examen aprobado, hasta que el menor alcance la mayoría de edad ?

• Exigimos ciertos "seguros", como por ejemplo la obligatoriedad de llevar a los menores a escuelas mixtas, obligatoriedad también para forzar la práctica de deportes por equipos, participando regularmente en competencias en torneos oficiales o federados, y descartando las artes hasta entrada la adolescencia [en especial la danza]. De esta estúpida forma el país se perderá probablemente la posibilidad de tener uno o dos grandes bailarines por generación, pero, miles de personas se sentirán más seguras y permitirán destrabar este nudo, beneficiando a cientos de menores.

Finalmente el 15-07-2010 a las cuatro de la mañana, el Senado aprobó la nueva ley de matrimonio que permite los enlaces homosexuales con total igualdad para adoptar [como no podía ser de otra forma]. La verdad es que yo pensaba que nunca se la aprobaría, pero, del dicho al hecho hay mucho trecho, y no creo que vaya a solucionarse para nada el problema con respecto a la ineficiencia del sistema de adopciones, y tal vez para los noticieros concedan algunas adopciones a matrimonios de personajes homosexuales famosos, y después se volverá al engorroso proceso de siempre, lento, y altamente arbitrario, arbitrariedad que presumo se va a empeorar en perjuicio de los homosexuales que busquen niños homosexuales, porque la incidencia de pedofilia entre los homosexuales es silenciadamente casi total.

Posdata: Pese a lo recién afirmado, los homosexuales son el 1,6% [el próximo censo de población con 120 opciones de género va a ser muy divertido], por lo que estadísticamente, por lejos, la mayor cantidad de violadores de menores son los padrastros heterosexuales que violan niñas, que superan a los padrastros homosexuales que violan niños. Ya sean padrastros casados o en concubinato, las uniones con mujeres desempleadas los convierten en sus únicos sustentos económicos, explotando esa posición de poder para convertirse en depredadores sexuales impunemente.