PINCHANDO GLOBOS: ¿ COMO BAJAR A CRISTINA DEL CABALLO ?
Con eso de "mejor malo conocido, que bueno por conocer", Cristina gana.
Además cuesta imaginar a algún candidato capaz de plantarse frente a ella en un debate [con o sin la razón de su lado], porque resulta que Cristina lleva ocho años mintiéndonos a todos, y ya le sale con tanta naturalidad que [salvo para entrenados] resulta convincente.
Y no descartemos que en un debate frente a alguien bien preparado, la viuda se ponga a llorar, o invoque su condición de mujer, y otras artimañas para descolocar a su oponente.
Por otro lado, nadie cambia de ideología [excepto por los de izquierda que se convierten en liberales].
En Argentina no hay ideologías reales, sino ensaladas de prejuicios, slogans, y adoctrinamientos mal memorizados.
Por lo tanto la elección la definen los peores pelotudos que viven en una democracia regalada por la que no piensan gastar un segundo de su tiempo en instruirse sobre política, y menos sobre su más prosaica hermana: la política económica.
Por lo tanto todo se reduce a encontrar la solución a tres problemas:
Encontrar una buena pareja para la fórmula presidencial.
Encontrar un buen slogan de campaña.
Encontrar los medios de financiar una campaña que no esté muy lejos de lo que va a gastar el oficialismo.
Si no hay una sóla fórmula opositora, Cristina gana.
Sin un buen slogan como: "Tenemos que bajar a la Presidente del caballo", no se gana [descartemos: "Hay que bajar a la Presidenta de la caballa"].
Si no se le mete en la cabeza al electorado que el gobierno miente sobre todo, y que lo seguirá haciendo en esta campaña, entonces Cristina gana, simplemente porque ha estado de campaña permanente desde que asumió.
Lo más importante es la economía, por lo que Cristina gana si
no se consigue hacer que el electorado asuma como verdad impermeable a las estadísticas del gobierno
y de su INDEK que [en conclusión tras separar toda la paja del trigo] todo lo hecho por el gobierno no se diferencia en nada del modelo económico diseñado por De Mendiguren y Remes Lenicov [por cierto emprolijado por Lavagna] y que consiste en hacer todo lo posible por frenar su crecimiento personal con inflación, y también frenar el crecimiento de cualquier sector pujante mediante impuestos o retenciones, justificándose la adopción de esta política en que toda esa masa de dinero expropiada pasa por las manos de Cristina para hacer transferencias entre sectores, más populismo y clientelismo vestidos de "redistribución", por lo que en síntesis, todo lo que hemos crecido no fue gracias, sino a pesar de los Kirchner.
Esto debería ser fácil teniendo a la verdad del lado de los opositores y pinchando sus globos mostrando cómo han crecido Brasil, Chile, y Uruguay, sin ningún tipo de kirchnerismo. Para ver una síntesis de cómo funciona la economía de los Kirchner ver Febrero 2011.
Si De Narváez no vuelve a ganar la provincia de Buenos Aires, Macri la capital, Juez en Córdoba, Cobos en Mendoza, y Binner en Santa Fe, entonces Cristina gana, porque al haber tanto equilibrio, uno solo que caiga inclina la balanza hacia su lado.
Descartados ellos de la fórmula presidencial, se le plantea al oficialismo un flor de problema: sabrá que va a perder en todos esos distritos, aunque tal vez sueñe con recuperar la Provincia de Buenos Aires [no sé cómo: fue perdida por el mismísimo Néstor Kirchner con todas las mayores figuras municipales del peronismo atadas a él], amén del problema de elegirle una pareja a Cristina -que no sea el gobernador de Salta-.
Y para la oposición restaría:
Tragarse los egos personales: Las encuestas más próximas a las elecciones, tarde pero seguro, les irán pinchando los globos a la mayoría de los candidatos..
Dejar de competir entre ellos, porque así cada uno podrá dedicarse a cuidar su "quinta".
Definir una fórmula presidencial que no genere rechazos, porque teniendo a las provincias mayores ya se gana siendo neutros y sin polarizar, ni buscar conflictos, ni debates, por ejemplo, con la fórmula Michetti y Prat Gay, una mujer sensata y bien centrada de derecha, junto a un sujeto menos político pero más "profesional" que no despierta ni odios ni amores, pero que puede servir como un calmante para los mercados financieros bipolares, y que es más conocido afuera que adentro del país, y en gran parte fue uno de los constructores del actual modelo económico keynesiano que debe ser liquidado, antes que el modelo nos liquide a nosotros. Otro candidato podría ser Redrado... pero estamos en Argentina y Redrado es muy rubio, y obviamente descarten a cualquier sujeto socialista porque todo el campo le va a votar en contra, y únicamente podría llegar a ganar una elección en "Filosofía y Letras".
Investigar si una autodenominación como la de "progresistas" en el siglo XXI suma algún anacrónico voto o lo resta [personalmente, estoy harto de la impostación vacía de contenido del progresismo argentino... pero, seguramente no estoy solo].
Investigar si ya no es hora de presentar una opción apolítica, o sea: ni izquierda, ni progresismo, ni derecha, sino democracia, federalismo, y una distribución de poder y recursos más justa.
Y que alguien les avise a los radicales que están acabados y que no tercien sólo para darle otra ventaja estratégica más a los peronistas como cuando, primero,
firmaron el "Pacto de Olivos" para ayudar a Menem, y después cedieron a Cobos para ayudar a Cristina a llegar a la presidencia, lo que fue pagado con miles de intentos para convertirlo en un vicepresidente de adorno [a lo largo de la historia toda fuerza política que ha ayudado al peronismo terminó desapareciendo].
Además de los radicales, que no suman sino restan, habría que prescindir de cualquier ayudita proveniente del grupo Clarín, por el mismo motivo.
|