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Si bien la izquierda también violó derechos [en especial disfrutaban violando el derecho a la vida de sus víctimas], no violó derechos humanos porque estos graciosa, parcial, pero legalmente sólo se pueden violar desde la impunidad del poder estatal. A mi entender la cuestión es absurda teniendo ya tipificados a los crímenes y al subgrupo de los "crímenes de guerra", porque más que obviamente todos los derechos son humanos [los mosquitos, cucarachas, y ratas, no tienen derechos, y por eso los matamos sin remordimiento].
El Estado argentino no puede ser considerado terrorista sino que, amenazado por terroristas, eligió ser pasivo cuando sus autoridades legales fueron desalojadas del poder por usurpadores militares capacitados por el Estado para ser asesinos. La sociedad argentina y sus militares tenían el mismo objetivo, pero, no compartían los mismos métodos: la civilidad recurre a la violencia en última instancia, con una fuerza proporcional, y de manera tercerizada, mientras que los militares [y policías] por ser los que se exponen en primera persona frente a la violencia, prefieren la superioridad en vez de la proporcionalidad y... "primero disparan y después preguntan".
Como sea que se usen las palabras el resultado es el mismo: siempre que haya asesinatos, habrá asesinos, y un ejército hecho para asesinar al que no se le puede recriminar nada por haber estado evidentemente en guerra, al final terminó cometiendo otros delitos como complicidad o encubrimiento, cuando protegió a sus miembros más miserables que usufructuaron el poder sin control que se les dió para chantajear a las familias de los secuestrados, o desvalijarlos de sus pertenencias, o torturarlos por sadismo, y hasta la apropiación de sus hijos, todos delitos y crímenes de guerra inamnistiables, cuyas condenas recaen sobre los ejecutores, sobre los integrantes de la fuerza que los protegieron, pero nunca sobre el Estado argentino que sin dudas ahora está siendo chantajeado emocionalmente por la izquierda que ya no busca el poder, sino el dinero, pero no el de los militares, sino el de sus conciudadanos vía indemnizaciones injustificadas.
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